25 de agosto de 2009

CALLEJUELAS YA DESAPARECIDAS: LA BOTICA VIEJA, EL ESTUDIO Y CIGALA

Es de suponer que, simultáneamente a la expansión del barrio embrionario que originó a la ciudad de Las Palmas ya a principios del siglo XVI, en su núcleo más antiguo se hubieron de realizar diversas modificaciones, como, por ejemplo, la apertura de nuevas vías de comunicación urbana, al mismo tiempo que se hubieron de cerrar otras callejuelas y callejones innominados, sobre todo en las proximidades de la plazuela de San Antón. Tal fue el caso de una adyacente que fue cerrada por el año de 1522 y parcelada la superficie resultante y repartida a los propietarios de las casas contiguas. Se llegó a citar a un callejón, enfrente de la ermita, que fue cerrado, en el que había vivido un tal Juan de Herrera. Algunas de aquellas callejuelas hoy desaparecidas fueron: La de la "Botica Vieja" que, según informaciones diversas parece ser que, en sentido paralelo a la que hoy conocemos como de Los Reyes Católicos y perpendicular a la actual de Espíritu Santo, se abría, casi frente a la puerta lateral Sur de la Catedral de Santa Ana que da acceso al conocido como Patio de los Naranjos hoy convertido en Museo Sacro y que en dirección Sur se llegaba hasta la calle rotulada actualmente como del Doctor Chil; y, por lo visto, solía ser camino transitado por donde discurrían los vecinos que acudían a misa a la Parroquia Vieja del Sagrario, o sea la antecesora a la misma Catedral. Y aún, según indicios, aquella calleja cuya denominación popular denotaba que por la zona hubo una botica, se prolongaba por el lado del naciente de la Iglesia del Seminario de la Purísima Concepción entonces, hoy conocida como de San Francisco de Borja o de Los Jesuitas, hasta desembocar, poco más o menos en la calle que hoy conocemos como de López Botas; si bien, aquel último tramo era muy estrecho, por lo que acaso, más que un callejón fuese una simple serventía de las huertas como las de aquel vecino señor Romero que fue el que donó los terrenos para la indicada iglesia de la Purísima.

En los primeros planos que se hicieron de la ciudad de Las Palmas, los conocidos de Torriani y de Casola, a finales del siglo XVI, se identifica perfectamente el callejón conocido como de El Estudio, hoy ya desaparecido. Dicho callejón, cuyos límites afectaban una forma perceptible irregular, arrancaba desde la esquina del Sur-naciente de la Catedral y seguía en pronunciado ángulo hasta cerca de la actual Plaza del Pilar Nuevo, poco más o menos sobre el solar que hoy ocupa la placetilla de José María de León y las gradas adyacentes en un rincón del exterior del templo catedralicio. También se ha supuesto por algún estudioso que este callejón pudo haber sido una especie de continuación de la asimismo ya desaparecida calle de La Botica Vieja y que comunicaban ambos a las huertas de la Vegueta con la primitiva parroquia del Sagrario adyacente a la Plaza de Los Alamos.

La calleja de Cigala, apellido éste de origen valenciano pero oriundo de Génova, y, ciertamente, fueron genoveses mercaderes los que a Canarias lo trajeron, se localizaba en los alrededores de la Catedral Vieja y fue absorbida por el trazado de la planta de lo que por mucho tiempo se le llamó la Iglesia Vieja o del Sagrario, sustituta de la pequeña ermita de San Antón y anterior a los cimientos de la actual Catedral. El apellido, convertido en Sigala a veces, todavía se conoce y usa en esta ciudad.